La gastronomía es en sí misma uno de los grandes atractivos turísticos de Peñafiel. No obstante, la gastronomía peñafielense está en constante evolución y son muchos los establecimientos en los que se puede disfrutar de una cocina diferente, para todos los gustos y para todos los bolsillos.
El Lechazo
Sin lugar a dudas, la estrella en los fogones es el cordero lechal de raza churra, asado en horno de leña y chuletillas a la brasa de sarmientos.
En los numerosos restaurantes que pueblan la villa de Peñafiel, no resulta difícil disfrutar de este manjar, acompañado de una ensalada, regado con un buen vino de la ribera y un buen queso de oveja de postre.
El Queso
El queso puro de oveja es otro de los productos que imprimen sabor a Peñafiel. Ideal como aperitivo, hay quien lo considera también uno de los postres típicos de esta villa.
Es acompañante de primer orden junto a los caldos de la Ribera del Duero, tiene un sabor inconfundible y resulta indispensable probarlo para completar una buena visita a Peñafiel.
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Pan de aceite
La denominada torta de aceite o torta de coscoja, un pan de aceite de una textura y un color dorado espléndido, es el producto más demandado en las panaderías de la villa.
Ninguno de los productos mencionados de la gastronomía de Peñafiel, llegarían al nivel que tienen, si no fuese por la compañía de este pan. Peñafiel y el pan, el pan y Peñafiel están unidos para el disfrute de los sentidos.